10 diciembre, 2015

Choroní y Puerto Colombia: Dos pueblitos con olor a Caribe

La costa de Aragua la veía antes muy distinta a como la veo ahora. Iba con mi familia y lo más lejos que llegué a conocer fue la playa de Chuao y su pueblo. Recuerdo que fue un viaje muy distinto a los que acostumbro a hacer ahora. No veía las cosas como las veo en este instante. Veo a esta costa cargada de magia, donde el Caribe demuestra porqué quiso darnos las mejores playas de sus aguas, donde el azul se vuelve turquesa, verde y celeste. La costa de Aragua es el lugar donde el sabor del cacao, lo cálido del costeño, los repiques y fulías de los tambores, las montañas cayendo al mar y tu mente viajera te dirán de una vez que tienes que volver mil veces más, donde te das cuenta que eres parte del Caribe, del sol, del río y de la selva.

Nuestro señor Caribe




 La costa de Aragua es muy extensa por eso en este segmento les hablaré de las playas que están de Puerto Colombia hacia el este, playas donde el único acceso es por vía marítima, donde en tiempos de la colonia solo importaba producir y producir cacao porque es el mejor del mundo y punto. Empezaré contándoles sobre los pueblos que te dan la bienvenida a esta costa tan caribeña y tropical, les hablaré de Choroní y Puerto Colombia.

Unos pueblos llenos de color
El pueblo que más me gusta de toda esta costa es Choroní con su pueblo hermano, Puerto Colombia. Para llegar tienes que hacerlo por una carretera que te hace creer que andas en una montaña rusa o en algún parque de diversiones, es un camino, ahora asfaltado, que atraviesa el Parque Nacional Henri Pittier, el primer parque nacional declarado en nuestro país, uno de los que tienen mayor diversidad de aves en el mundo y donde si tienes suerte podrás ver monos aulladores o araguatos comiendo o simplemente descansando en las ramas de los árboles milenarios.

Choroní es un pueblo colorido, donde tu vista hará fiesta al ver tantas gamas de colores juntas. Hay muchas casitas una siguiendo a la otra, su plaza Bolívar tranquila te hace creer que estás en la época colonial esperando que pasen carretas con mantuanos o esclavos llevando sacos de cacao para ser vendidos al mundo. Este pueblo histórico fue fundado en 1616 con el nombre de San Francisco de Asís, más tarde en el siglo XX, pasó a ser llamado Santa Clara del Valle de Choroní y a la gente como no le gusta decir nombres tan largos, empezó a decirle Choroní y así se quedó.

Al caminar por este pueblito caluroso, húmedo, colorido y tranquilo, te vas a dar cuenta que estás cerca de la costa más rica del país. Te vas a encontrar con haciendas que antes eran productoras de cacao, verás siembras de cacao bajo la sombra de árboles inmensos y si te diriges al norte te encontrarás con su pueblito hermano, el que tiene comunicación con el resto del país por medio del Mar Caribe. Al ver el río bordear ante ti y muchos letreritos de posadas coloniales te enterarás que llegaste a Puerto Colombia.

Puerto Colombia es mi alegría cuando estoy triste. Si quiero salir y despejar mi mente agarro mi mochila y me voy a este lugar tan único que me atrevo a decir que no hay pueblo parecido en el mundo. La calle principal está llena de casitas coloniales, ahora convertidas en posadas. Al llegar al final de esta calle está el malecón, un lugar donde la cultura se hace notar, donde oyes el mar, donde el olor a Caribe te hace agradecer por vivir en el país con la costa caribeña más extensa. En este malecón, al caer la noche, suenan los repiques de los tambores demostrando la influencia africana en esta costa, al oírlos te transportas a otra época, sientes como si vivieras en la colonia, cuando todo le pertenecía a España y como si ese baile, ese ritmo y esas ganas fueran un acto de irreverencia a los colonos, como si quisieran decir que esa es su cultura, sus creencias, sus tradiciones y nadie más va a venir a quitárselas.

Una callecita que te lleva al malecón
Un surfista en el mar frente al malecón


 Si sigues más allá del malecón vas a ver un espacio con arena, unas casitas coloridas y corroídas por el salitre decoradas por montones de redes de pescar apiladas y en sus techitos verás pelícanos llevando sol y viendo hacia el mar en busca de alimento. Estos animales son increíbles, vuelan y se clavan en el mar, a veces chapotean el agua para refrescarse y así son felices. En ese pedazo de arena está el embarcadero, donde llegan los peñeros con la pesca del día y desde donde llegan y salen embarcaciones llenas de turistas. Si eres más curioso y te asomas por el río que desemboca al mar, verás el gran estacionamiento de los chorinenses, son cientos de lanchas seguidas una tras otra haciendo del río un parqueadero, ocultando el agua y dejando mostrar los colores y nombres peculiares de cada una de estas embarcaciones.

Saliendo a alguna playa
Un pueblo colorido

Puerto Colombia es un pueblo con mucho movimiento los fines de semana, hay autobusitos muy diferentes a los habituales que salen del terminal y van hasta el malecón. Estos autobuses están decorados con pinturas alusivas a los destinos más emblemáticos de esta costa tan bonita. Te prometo que si vas a Choroní se te va a alborotar tu alma viajera y vas a querer permanecer allí por mucho más tiempo.

En la calle Unión de Puerto Colombia está mi tienda favorita, no es por querer hacerle publicidad pero es que tengo que recomendárselas. Es una casa colonial convertida en cafetería, se llama Coco Café Cacao y su puerta azul cuando se abre deja salir el olor del mejor cacao del mundo, traído del pueblo de Chuao y que los dueños de este localcito utilizan para preparar tortas de chocolate, crema de cacao para untar, marquesas de cacao, trufas, galletas maría con chocolate y los impelables heladitos de cacao. Les cuento que me he sentado en este cafecito tan familiar a comerme hasta siete helados de un solo golpe. Son el vicio en su máxima expresión.

En este pueblo hay una vía que lo conecta con una de mis playas favoritas del país, es una playa atípica y que para cualquier extranjero es el paraíso ante sus ojos. Estoy hablando de Playa Grande, una playa de casi un kilómetro de longitud, con arena fina y cocoteros altísimos por donde desembarcó el buque que traía a los alemanes que construyeron sus casas en las montañas del Parque Nacional Henri Pittier convirtiendo ese lugar donde se asentaron en el principal y único pueblo construido por extranjeros que decidieron venirse a vivir en nuestro país, la Colonia Tovar. A Playa Grande va mucha gente los fines de semana por estar conectada por una vía de asfalto con Puerto Colombia, tiene servicios básicos y dan clases de surf así que ya saben que es un spot ideal para practicar este deporte y si estás buscando una playa tranquila, esta no será una buena elección.

Playa Grande me dejó sin palabras
Ceviche y limonada en Playa Grande

Si de lugares altos me preguntan para tener una vista increíble te recomiendo que vayas al mirador de Puerto Colombia al caer la tarde. Es un lugar al que se llega por un caminito que comienza por detrás del puente que conecta Puerto Colombia con Playa Grande y se sube en menos de diez minutos, hay un Cristo arriba y si subes un poquito más puedes llegar al faro que alumbra todas las noches con su forma de barquito tan peculiar.

El malecón desde el mirador


Choroni y Puerto Colombia se quedarán en ese pedacito reservado de mi corazón para el Caribe por siempre. Nunca me cansaré de ir porque cada vez que voy me consigo con gente amable, alegre, cariñosa y que siempre anda con una sonrisa de oreja a oreja. Siempre volveré porque es un lugar muy amable para el turista y también para el viajero, es un lugar con mucha historia y con montañas que te recuerdan que estás pisando el suelo del noveno país más megadiverso del planeta tierra.

Cuando visites Choroní camínalo lento, sin prisa, observa cada detalle, cada mural, cada zaguán, cada persona. No te detengas, agarra impulso y emprende tu camino por la costa de Aragua, esa costa que te recuerda por siempre que el Caribe lo tiene todo, que el Caribe es tuyo y que el Caribe te lo dá.

Tips Mochileros:

  • Los buses a Puerto Colombia salen desde el terminal de Maracay en la Av. Constitución de la capital del estado Aragua a partir de las 6am y su precio para Octubre 2015 es de 250 Bs
  • Al llegar al terminal de Puerto Colombia hay autobusitos que cobran 20 Bs hasta el embarcadero.
  • En el embarcadero regateen. Pregunten a personas del pueblo antes de hablar con los lancheros, cuánto es el precio del pasaje en peñero hasta las playas cercanas o lejanas. 
  • Los precios de pasaje solamente ida en peñero para Octubre 2015 es: Chuao 300 Bs, Cepe 400 Bs y Tuja 700 Bs.
  • En Puerto Colombia y Choroní hay muchísimas posadas con diferentes precio, desde baratas hasta caras. Vayan en la fecha que vayan encontrarán hospedaje.
  • Los fines de semana la fiesta en el malecón acaba al amanecer. Si no encontraste posada asequible, esta es una buena manera de ahorrar y disfrutar.
  • Playa Grande queda a 15 minutos caminando desde Puerto Colombia. No se necesita pagar para entrar.
  • En Playa Grande está permitido acampar pero en los últimos años se ha puesto peligroso. Si van con plan de acampar, vayan a Chuao, Cepe o Tuja, serán felices y estarán seguros.
  • Las empanadas están caras en Puerto Colombia. Si quieren comerse unas empanadas súper económicas busquen a Damelys en la plaza de San Juan Bautista. En octubre 2015 las vendía a 80 Bs.
  • Los heladitos de cacao en la tiendita que les hablé tenían un precio de 60 Bs para octubre 2015.
  • En el malecón de Puerto Colombia por la noche es ideal para que vendas tu artesanía, bailes, toques algún instrumento o hagas alguna obra de teatro. A la gente le gusta y paga por tu trabajo.
  • Habla con la gente, los costeños venezolanos son únicos, hablan rápido y siempre buscan hacerte reir
Venezuela, una vida

1 comentario:

kate dijo...

Ey amigo!! Hace unos meses te escribí porque quería venir a Venezuela, al fin si vine y me he enamorado de este país. Ya escribí a tu correo pero si de pronto ves por acá. Me encantaría hablar contigo agradecerte el empujón que me diste pues tú respuesta me hizo animarme mucho. Tal vez no recuerdes pero yo sí lo tengo muy presente. Por el correo te dejé mi número. Abrazos!!