Nos fuimos a la costa de Aragua cuatro
bloggers desesperados por conocer más de Venezuela: Adriana, una viajera del
mundo y soñadora, Yoendry, un fotógrafo con su afro y Eduardo, quien viaja
conmigo desde que fuimos al Roraima y cuenta con muchísimo afán de los lugares
que visitamos. Conocimos Tuja, una playa llena de sabor a Caribe, de esas que
te llenan el pecho de orgullo por Venezuela.
Tuja es una especie de ensenada, tiene una
abertura hacia el mar más pequeña que su línea costera. Es muy azul, un
turquesa que se confunde con verde esmeralda. Es la semejanza perfecta de la
costa de Paria en la costa central. Me recordó mucho a playa Medina. La
temperatura del agua es cálida, nada fría. Te puedes quedar años dentro hasta
que se te arrugue el alma de amor por el Caribe venezolano, por nuestra costa
donde vive gente buena que habla rápido y come mucho pescado.
Para nadar es perfecta. Les cuento que
fuimos a Tuja porque fuimos a hacer Stand Up Paddle, un deporte increíble que
se realiza con tablas como las de surf y uno se tiene que montar de pie y remar
para avanzar. Fue difícil al principio pero luego es fácil llevarle el ritmo.
Más adelante les cuento bien esta experiencia y cómo hice para hacerlo.
Como les venía contando, fue increíble.
Armamos nuestras carpas con vista exclusiva a ese azul que es difícil de creer
que es real. Corrimos como niños hasta lanzarnos en el agua. Hasta ahora no
recuerdo cuantas veces fuimos a un barquito lleno de redes a lanzarnos al agua
cristalina. Volvía a nacer cada vez que nadaba bajo el agua y solo veía peces
nadando entre los corales, me recordaban que soy libre como ellos y que nadie
decide qué hacer con uno.
A la playa llega un río de agua color rojizo
casi marrón acompañado en su curso por un camino que lleva a unos pozos de agua
que yo aseguro que no pueden existir en otra parte del planeta. Rodeados de
piedras gigantes y en posición diagonal estaban formando un pozo perfecto. Llegamos
y volví a ser niño. Me deslicé incontables veces en una especie de tobogán que
formaban las rocas y me lancé desde una roca como de tres metros hacia lo
profundo. Sentía ese éxtasis que todo niño siente al jugar y ser feliz, sin
preocupación alguna. Me detuve a observar la grandeza de ese lugar en el
momento que flotaba viendo el cielo. No podía creer que ese lugar existía cerca
de la playa. Fue genial.
Bajamos de nuevo a la playa a disfrutar de
ese Caribe, de esa agua cálida que llena de orgullo tropical. Me lanzaba al mar
una y otra vez, sentía el agua salada y el sol quemar mi espalda pero no me
importaba. Seguía nadando y abriendo mis
ojos para que sirvieran de lentes para ver borrosamente los peces y los corales
de nuevo. Me encontré con Oriany, una niñita que es de Tuja, me enseñó a
subirme por un mecate por delante del barquito y a lanzarme sin miedo. Me decía
silenciosamente que no importa qué edad tuviera, que lo importante es vivir. Me
enseñó caracoles marinos y unos animales que se pegan a las piedras. Me dijo
que no tuviera miedo de lanzarme de una piedra hacia el mar y lo hice. No pensé
en nada. Solamente quería ser un niño de nuevo y no deja de ser algo divertido.
Le dije a Eduardo que fuéramos a la montañita
que está a un lado de la playa para ver mejor el agua cristalina y ese
horizonte de mar que no deja de decirte que estás ante la inmensidad plena.
Desde abajo estaban Adriana y Yoendry contemplando esta playa que no se de que
revista salió. Son muy contempladores y eso es algo que admiro porque muchas
veces me cuesta estar quieto sin hacer nada solo para ver y admirar lo que está
ante mis ojos. Tengo que trabajar en eso.
Desde esa montañita se veía la playa
inmensa, de un azul inusual, de un verdor claro y limpio como las hojas de una
palmera. A lo lejos pudimos ver otra playita con el mismo azul. Estábamos
viviendo un sueño. ¡Es un paraíso! Seguimos subiendo y vimos el mar inmenso del
otro lado con el sol convirtiendo el azul en dorado. Ya algo cansados bajamos y fuimos al barquito de
nuevo a tomar fotos de la costa. Llevábamos las cámaras en bolsas para que no
se mojaran porque estaba algo alejado de la arena. Esperamos algo de tiempo y
volvimos a la playa con Yoendry y Adriana. Nos sorprendieron con una arepa
rellena de pescado. Aún agradezco a Yoendry por habernos regalado esa cena que
nos cayó como un baño de agua caliente.
Niño fui. Estaba con Yederlianis, Cachete y
Mariana, tres niños impacientes y que no dejaban de jugar. En promedio sus
edades no pasaban los cinco años. Yederlianis le dijo en secreto a Cachete “él
va a ser muy alto cuando crezca” y en lo que yo escucho le pregunto -¿qué edad
me calculas tu?- en lo que respondió inocentemente –nueve-. Yo quedé sorprendido,
me reí muchísimo y dejé de jugar con ellos para contar a los demás la historia
que la recuerdo y me rio. Para ellos era un niño más y eso me hacía feliz.
Tuja es mi pedazo de Paria en la costa
central. Es un sueño hecho realidad. Es donde dices que de verdad el Caribe lo
tiene todo. Es una magia tropical con sabor a piña, coco y agua salada. Es tan
único que en mi mente vuelvo y me cambia el ánimo. De algo estoy seguro y es
que no olvidaré ese día que llegué a ese lugar y vi el verde azulado del agua,
el color de las palmeras, de los uveros con el sol calentándolos y de las
montañas secas con arbolitos que tratan de colorearlas. Gracias Tuja, contigo
hice nuevos amigos de viajes, amigos que la vida te va dando y me diste la
oportunidad de volver a ser un niño de nueve años.
11 comentarios:
perfectisimo!!!! enamorada al 1000% esta Oriental, asidua visitante de Mochima y las peninsulas del Edo. Sucre tiene que conocer esta maravilla; pero cuentamen algo, el tema "Acampar" es seguro? llegas y ya? que hay que hacer? con quien hay que hablar? gracias por compartir la experiencia!! y que sigan los viajes
Sí es seguro. Se puede acampar tranquilamente. Se toma una lancha desde Puerto Colombia con cualquier peñero del malecón.Saludos :)
Simplemente es perfecta, muy emocionante todo lo que escribes
El mejor estilo de vida . Gracias por la informacion y compartir tu experiencias.
Con planes. Buena información. :D Gracias
¡HEY! gracias a este post quedé enamorada y con ganas de ir a este hermoso lugar!! :D
Gracias a ti por comentar :)
¡Espero que vayas!
Que bueno mano, saludos.
muy bueno tu relato Gustavo
Soy de Uruguay y voy a estar de paseo por Venezuela en enero.
gracias a tí acabo de incluir a Tuja en mis destinos.
un abrazo
Que hermosa se ve Tuja, conozco la costa Aragueña en su gran totalidad, pero Tuja no la he visitado aun!!! Con tu publicación sobre ella me motivaste a que sea mi próximo destino. Felicidades por tu blog esta muy bueno para incentivar a los Venezolanos a conocer cada rincón especial que tiene nuestro país.
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